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EL DESAFÍO DE PLANTAR EL VIÑEDO JARDÍN ALTAMIRA

Posted by ALHCommunication

El lunes 18 de septiembre de 2017 comenzamos oficialmente la plantación de nuestro Jardín Altamira. Tomar un campo inculto y hacer de él un viñedo próspero no es una tarea fácil; requiere del esfuerzo y dedicación de todo el equipo de la bodega.

Uno de los protagonistas de esta plantación, nuestro Ingeniero Agrónomo Juan José “Juanjo” Borgnia, nos relata en primera persona esta experiencia.

Juan José Borgnia, Ingeniero Agrónomo en Altos Las Hormigas

Juanjo, ya habías plantado un viñedo? ¿O Jardín Altamira es el primero?

Hasta ahora no me había tocado nunca realizar una plantación. Nada mejor que enfrentar este gran desafío plantando un viñedo que será único en Argentina en cuanto a su diseño que complementa la viticultura y la biodiversidad natural de la zona.

¿Cuáles fueron los pasos previos fundamentales antes de empezar a plantar?

Lo primero que hicimos fue un estudio de  la conductividad electromagnética del suelo a 0,75 y 1 metro de profundidad. Con esto pudimos comenzar a identificar zonas con similares características de suelo, y complementándolo con el análisis de más de 50 calicatas en la finca, nos permitió zonificar y clasificar los distintos micro-terroirs presentes.

Una vez realizado esto, delimitamos los distintos cuarteles a plantar así como también las áreas de vegetación nativa que se dejarán como corredores biológicos a lo largo de toda la propiedad.

Finalmente se llevó a cabo en el campo la preparación del terreno para comenzar el trazado de los distintos cuarteles (22 en total), el armado de las estructuras de conducción y la instalación del sistema de riego por goteo fundamental para la vida de nuestras plantas!

El plano de riego de Jardín Altamira

Juanjo nos comenta que el sistema de conducción elegido fue el de espaldero alto, con alambres móviles, ya que es un sistema ampliamente difundido en la zona para la producción de uva de alta calidad. Entre sus ventajas, genera mayor área foliar que otros sistemas y permite una buena exposición de la fruta a luz y a la aireación, así como también facilita el manejo de la canopia.

¿Cómo estuvo el clima durante la plantación?

Tuvimos un poco de todo. Sufrimos un muy fuerte viento Zonda con los primero brotes asomando, al que le siguió una helada que causó gran daño en la región. Apenas iban las plantas logrando recuperarse de esto nos tocó una granizada que nos hizo pensar lo peor!

Sin embargo no nos han tocado muchos días de altas temperaturas como podría esperarse en Mendoza para esta época y las plantas vienen creciendo con normalidad.

¿Cuáles fueron los principales obstáculos con los que se encontraron?

Uff! Creo que el principal “obstáculo” fue Altamira en sí mismo. Sus características piedras de gran tamaño nos dieron varios dolores de cabeza, incluso desde el inicio de la preparación del terreno.

La plantación de nuestro viñedo Jardín Altamira duró 12 semanas, terminando el 13 de diciembre de 2017. A partir de este momento, es importante mantener el suelo con adecuada humedad para que no se deshidraten las plantas. El correcto funcionamiento del sistema de riego en este sentido es fundamental, dadas las condiciones climáticas de Mendoza. También es importante mantener al cultivo libre de malezas que compiten con las pequeñas plantas tanto por el agua como por la luz y protegerlo de enfermedades y plagas, principalmente las hormigas que causan gran daño al cortar yemas y hojas.

Juanjo explica que a medida que vayan creciendo los pequeños brotes deberemos elegir los dos o tres mejores para cada una de las plantas, eliminando el resto, de modo de concentrar el crecimiento en estos y lograr al fin de la temporada un buen desarrollo de las plantas. Además, durante el próximo invierno, realizaremos la primera poda de formación para comenzar un nuevo ciclo.

Después de semejante trabajo realizado… ¿Qué experiencia personal te deja esta plantación? ¿Cuál sentís que fue tu mayor satisfacción en este proceso?

Creo que como experiencia personal luego de esta plantación, lo que principalmente me queda es lo gratificante que es hacer lo que a uno le gusta ya que más allá de la cantidad de horas dedicadas (y los miles de kilómetros manejados!) es muy satisfactorio ver como lo que inicialmente fue solo un proyecto en un papel, todo ha ido tomando forma, gracias al esfuerzo de un gran grupo de trabajo, para llegar a ser finca que Altos Las Hormigas ha soñado. Solo quedará seguir trabajando para lograr los vinos que tanto esperamos obtener de ahí!