Plantar una viña es una apuesta a futuro, un acto que un financista nunca aprobaría, menos hoy en una coyuntura en la cual es más barato plantar en Francia o Italia que en Argentina. Pero en Altos las Hormigas nunca tuvimos miedo a los riesgos, ni cuando elegimos apostar en una desconocida variedad llamada Malbec en 1995, ni cuando construimos una bodega en 2001, en una Argentina que vivía una de sus más grandes crisis económicas.
El costo de preparación del terreno de nuestro Jardín Altamira es algo que Attilio Pagli y Alberto Antonini dicen no haber visto nunca, y si lo dicen ellos, que tienen miles de proyectos realizados en todo el mundo…
La cantidad de rocas del tamaño de un auto que hemos sacado del suelo es abrumadora, pero vamos de toda manera a llegar a ver las plantas brotar en este suelo, y probar el vino hecho con estas uvas, que hemos soñado durante cinco largo años, esperando el permiso para tener agua.
Estas rocas son el gran valor de nuestro Terroir, por lejos el mejor de Paraje Altamira, con enorme cantidad de carbonato de calcio que le dará a nuestros vinos su energía y finura. Esta finca, Jardín Altamira, es un proyecto con su mira en la biodiversidad y que representa un nuevo salto adelante: la tercera revolución que Altos las Hormigas está aportando al mundo del Vino Argentino, después de la revolución del Malbec y la insurrección del Terroir.
Cavamos grandes zanjas para poder instalar el riego por goteo, de 90 centímetros de profundidad. Cavamos un total de 11.800 metros de zanjas a lo largo de toda la finca. Las piedras brotaban nuevamente del suelo, pero pudimos terminar la tarea y el sistema subterráneo de riego por goteo está prácticamente instalado.
El paso siguiente para dar forma a nuestra finca fue elegir los palos que conducirán los viñedos. Elegimos postes de madera de algarrobo, ya que por su durabilidad natural no necesitan ningún tipo de tratamiento químico. En total tenemos que plantar 32.000 postes, todo un ejército que sostendrá nuestros viñedos! Y en medio de nuestra tarea de plantar los palos (llamada por los técnicos: enmaderación)… nos sorprendió una intensa nevada que vistió nuestro Jardín Altamira de blanco! Una ola polar trajo temperaturas bajo cero a la provincia de Mendoza y la temperatura mínima en nuestra finca la llegó a los -12ºC.
Este hermoso manto de nieve cubrió toda nuestra finca y es un testimonio de que estamos plantando un viñedo a los pies de Los Andes, en la montaña.
Esperamos empezar a plantar viñas de Malbec y un poco de Bonarda a mediados del mes de Septiembre, época que elegimos para escapar de las heladas tardías y anticiparnos a los típicos calores estivales. Pero esa historia se las contaremos en otro post. Ahora los dejamos con más fotos de la nieve en Jardín Altamira!