2021 fue un gran año para implementar la máxima que nuestro fundador, Alberto Antonini, comparte siempre con el equipo de hormigas: “Menos es Más”.
Una temporada que comenzó con condiciones climáticas soñadas y que, conforme fue avanzando, presentó diferentes desafíos para el equipo, que hoy está integrado por un grupo joven y lleno de energía.
La cosecha 2021 fue un partido de ajedrez, donde cada ventana de buen clima se aprovechó al máximo y en donde la actitud y buena energía de nuestras hormigas fue la clave primordial para llevar a bodega las grandes uvas de nuestras fincas en Luján de Cuyo, Gualtallary y la esperada cosecha de nuestro Jardín Altamira.
El Clima
La temporada comenzó con una primavera seca y fresca, lo que favoreció los buenos cuajes en el viñedo, que luego se transformaron en mejores rendimientos con respecto al año anterior, con un incremento del 10%.
El verano se caracterizó por las temperaturas moderadas y gran cantidad de precipitaciones en Febrero y Marzo, los meses en los que se lleva a cabo la vendimia. Los veranos lluviosos son inusuales en Mendoza, lo que requirió un gran trabajo del equipo para poder reorganizar diariamente la logística de cosecha en función a las lluvias.
Estos años tan difíciles desde lo climático nos confirman que nuestra filosofía de cosecha temprana es fundamental para conservar la acidez natural y la frescura en nuestros vinos. En el hormiguero, definir el momento oportuno de cosecha es un gran desafío. Además de los parámetros analíticos y las condiciones climáticas del año, se suma la interpretación sensorial de cada uno de los polígonos que año a año trabajamos y vinificamos separadamente.
Hacia el final de la cosecha las precipitaciones disminuyeron y las temperaturas no tuvieron grandes picos, se mantuvieron moderadas y estables, manteniendo la turgencia de la baya y evitando descriptores sobre-maduros.
¡Llegó Jardín Altamira!
En 2017, con un gran estudio previo de suelo, plantamos ilusión en Paraje Altamira. Un viñedo único en la región, orgánico desde sus inicios y separado por polígonos diseñados en base a sus diferentes tipos de suelo. En 2020 tuvimos una pequeña muestra de ese trabajo de hormiga llevado a cabo con paciencia por varios años. En esta vendimia tuvimos la oportunidad de elaborar la primera cosecha estable del viñedo, y los resultados obtenidos son muy alentadores.
Con las uvas de Jardín Altamira estamos logrando expresar nuestro estilo de vino de Terroir: con carbonato de calcio en su estructura, generando texturas y taninos que convierten al vino en un líquido frutado, expresivo, estructurado y con un costado salvaje.
Cuando uno visita el viñedo, se puede sentir el equilibrio que se refleja en los vinos. Nuestro equipo tiene la costumbre de hacer unos minutos de silencio cada vez que están en el Jardín, para darle atención plena a todo lo que allí se puede escuchar y observar: los insectos, la brisa, las flores, las piedras enormes… Entre medio de todo eso se encuentran nuestras viñas, en armonía con su entorno y entregando todo su potencial.
Calidad integral y Vinificación diferenciada
Los vinos se hacen en el viñedo. El trabajo que hace el equipo durante toda la temporada, interpretando la naturaleza y su equilibrio, es el que llega en cada vendimia a bodega. Y es allí donde trabajamos para que esa calidad llegue intacta a los consumidores.
Con ese propósito en mente, éste año implementamos las normas HACCP y el protocolo de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina. Estas guías nos dan aún más control sobre el proceso de elaboración, para que no solamente podamos mostrar en nuestros vinos todo lo que nuestros viñedos pueden ofrecer, sino también medir y controlar más eficientemente el impacto que tiene su elaboración en el medio ambiente y en el tiempo.
¡Creemos en la mejora continua como modelo de crecimiento para nuestro equipo!
La 2021 fue una cosecha desafiante, con muchos frentes abiertos. Una cosecha que requirió creatividad, adaptación constante, agudeza y buen humor. Nuestro equipo de hormigas, sumando además mucho esfuerzo y dedicación, logró llevar cada parcela de terroir intacta a la bodega, para el inicio del ciclo de elaboración y crianza de nuestros vinos. Los años como estos son los que más aprendizajes nos dejan. Y este año también nos dejó vinos con mucha frescura y expresión aromática, intensidades de color elevadas, taninos elegantes y una gran estructura.