La vendimia es siempre una época vertiginosa para cualquiera que trabaje en el mundo del vino. Para nosotros es la etapa final de un proceso para el que nos preparamos todo el año, que requiere un gran trabajo en nuestros viñedos, para poder cosechar temprano y de forma totalmente manual, y poder encontrar la acidez natural justa en nuestras uvas, logrando así vinos frescos y de textura.
Empezamos la cosecha con las uvas Malbec en nuestra finca en Luján de Cuyo el 16 de Febrero, mientras que la vendimia en el viñedo Jardín Altamira comenzó el 2 de Marzo. Terminamos de cosechar en el transcurso del mismo Marzo, con una logística impecable que nos permitió un trabajo muy fluido y conectado entre el equipo de fincas y bodega.
Tiempos de cambio en el horizonte
El clima en la previa a la cosecha fue cambiante, con periodos frescos para la estación alternados con periodos de mucho calor. Tuvimos heladas en Octubre que tuvieron influencia en la floración. En contrapartida, en Diciembre las temperaturas un poco más templadas generaron una condición fantástica para el crecimiento de los racimos. Enero empezó con dos semanas de altísimas temperaturas seguidas de otras dos semanas con lluvias y descenso de las máximas. El equipo estuvo diariamente degustando las uvas en los viñedos para poder cosechar en el punto óptimo de madurez, observando muy buenas condiciones de sanidad en todas nuestras fincas.
El cambio climático es una realidad que afecta a todas las regiones productoras del vino del mundo. Según un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático – IPCC (*) [1], los próximos años ofrecen una ventana estrecha para lograr un futuro sostenible y habitable para todos, y cambiar el rumbo requiere de esfuerzos inmediatos. Estos expertos alertan que el cambio climático ya está causando disrupciones generalizadas en todas las regiones del mundo con 1.1ºC de calentamiento. Estas se manifiestan a través de sequías devastadoras, calor extremo e inundaciones récord. Este informe del IPCC resalta la vulnerabilidad de todos ante la crisis climática. Nuestro compromiso para contrarrestar esta situación comenzó con nuestra primera certificación orgánica en el año 2016, que complementamos con la certificación de Bodega Sustentable. Estamos convencidos que este es el camino a seguir, y direccionamos todos nuestros esfuerzos en hacer “los mejores vinos para el mundo”, como dice nuestro enólogo Federico Gambetta.
[1] El IPCC es el órgano internacional encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático, que aporta a Naciones Unidas.
Jardín Altamira, ¿un futuro que ya es presente?
Cada cosecha de este viñedo vemos una mejoría notable en los vinos. Jardín Altamira está produciendo unas uvas excepcionales, de gran potencial.
En esta vendimia puntualmente, los últimos días fríos antes de cosechar hicieron que el pH se mantuviera estable, permitiendo que las uvas lleguen a su punto óptimo, con la acidez en su mejor momento y gran sanidad. A pesar de las fuertes heladas de octubre, logramos obtener rendimientos equilibrados en nuestro viñedo, resultando en una añada con muy buena concentración natural de nuestras uvas.
En esta cosecha pudimos observar claramente la diferencia entre los distintos polígonos del viñedo, delineados por su tipo de suelo. En bodega, desde la recepción de las uvas de cada uno, buscamos la mejor forma de vinificarlos individualmente para obtener la tipicidad de cada unidad de terroir.
Este ha sido un gran año para las viñas plantadas sobre suelos calcáreos, que abundan en nuestro Jardín Altamira; en definitiva, un gran año para las texturas de los vinos que producimos con las uvas de allí.
El incomparable terroir de Gualtallary
Gualtallary presenta una combinación única de altura (más de 1300 metros sobre el nivel del mar) y tipo de suelo. Allí, una alta cantidad de elementos gruesos, que incluyen gravas y rocas recubiertos de calcáreo y caliche fracturado, representan entre 50-70% del volumen total de suelo, con un porcentaje alto de carbonato de calcio libre en el perfil.
En esta cosecha, la diferenciación por polígonos nos permitió ser precisos con la determinación del punto de cosecha. El cese de las lluvias favoreció una curva de azúcares más lenta y una madurez organoléptica fantástica. El balance de azúcares y acidez fue perfecto, se dio en el tiempo justo. Fue una vendimia excelente, con bayas de gran tamaño y gran expresión varietal y de terroir. Estamos confiados que nuestro Malbec de esta apelación alcanzará mucha profundidad y fineza.
La Vendimia en primera persona
«Una vendimia que comenzó de repente. Los grados Brix venían tranquilos hasta que de repente, llegaron a su momento ideal. Tuvimos que reorganizarnos rápidamente y comenzar con nuestra finca Luján. En esos días, nacía mi segundo hijo.
La adrenalina era total. El amor desborda por la llegada de una nueva vida y por una nueva cosecha.
A medida que íbamos terminando Luján, Altamira y Gualtallary asomaban, pero nos daban un respiro. Los fríos de las últimas semanas les dieron el tiempo necesario a las bayas para terminar de madurar y balancear todos sus compuestos. Hace tiempo que no encontrábamos un punto de cosecha tan justo e ideal.
Estos últimos dos llegaron a bodega y nuestras rutinas se paralizaron por 1 semana. Los tiempos se hicieron infinitos. Cada grano se seleccionó y proceso con el máximo nivel de detalle posible. Cada movimiento en bodega se realizó con una extrema precisión.
La cosecha 2022 terminó a 1 mes del nacimiento de mi hijo. Un mes lleno de amor, adrenalina, pero sobretodo de sueños.”
Federico Gambetta, Enólogo
“Ha sido un año con grandes concentraciones, colores y sanidad. Lo cual permitió que los mostos fermenten al ritmo que nos gusta en el hormiguero.
Esta es mi tercera cosecha con las hormigas. De a poco vamos encontrando la mejor manera de hacer nuestros vinos y de esa forma lograr interpretar el terroir y llevarles a sus copas una expresión de lugar con excelencia y fineza.
El equipo se nota cada vez más ensamblado y eso nos hace ilusionarnos y pensar en grande para todo lo que viene.”
Ana Wiederhold, Segunda Enóloga
“Terminamos la temporada 2022, con una vendimia de gran intensidad y de desafío para todo el equipo!
Cuando las insistentes lluvias dieron un respiro, pudimos demostrar que estábamos preparados para llevar adelante la tan esperada cosecha en un tiempo récord, priorizando siempre la calidad de nuestras uvas.
Es por esto que los resultados obtenidos nos emocionan y nos hacen soñar en los grandes vinos que vendrán.”
Juanjo Borgnia, Ingeniero Agrónomo
“Una vendimia más corta que otras, pero no por eso menos intensa. La temporada comenzó con fuertes precipitaciones, que amenazaban con retrasar la cosecha. Sin embargo, las lluvias cesaron y nos dieron una ventana, justo a tiempo, para cosechar nuestra fruta con un óptimo punto de madurez y sanidad. La madurez llegó a ambas fincas de manera casi simultánea, lo cual significó días muy largos, de mucha planificación, intensidad y adrenalina.
El frío de las heladas tardías de octubre se hizo sentir, pero la calidez y la energía de nuestro equipo hicieron posible la vendimia 2022, cosechando uvas de calidad que prometen convertirse en grandes vinos.”
Victoria Maselli, Ingeniera Agrónoma